miércoles, 15 de julio de 2009

Edgar Allan Poe en la Editorial Sopena

Durante los años veinte, la Editorial Ramón Sopena de Barcelona publicó los incontables tomos de la "Biblioteca de Grandes Novelas", una colección de clásicos que aún tenía un genuino aire pulp. Sus tapas solían estar hechas por el gran Luis Palau. Aquí les traigo la correspondiente al ómnibus Historias extraordinarias y Aventuras de Arturo Gordon Pym, que ilustra una escena del cuento "El gato negro".
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5 comentarios:

El Abuelito dijo...

Palao supo dar un sello personal a estos libros de Sopena, cuya hermosura no se ha desvanecido...

Dionisio Platel dijo...

Si, el ilustrador de Sopena es Luis Palao, creo que no tiene nada que ver con el Palau de la editorial Tor.
Saludos.

Carlos Abraham dijo...

No coincido, Dionisio. Según el hijo del dueño de la Editorial Tor, Luis Palau (grafía argentina del nombre, que el propio dibujante usó para firmar), llegó a la Argentina en 1936, huyendo de la Guerra Civil Española, y había trabajado largamente como ilustrador en Sopena. Creo que las piezas encajan.

De cualquier forma, si tenés pruebas de lo contrario, me encantaría conocerlas.

Dionisio Platel dijo...

Pruebas ninguna, solo que el estilo y la firma son muy diferentes, lo conocido de él en España de esas portadas que has colocado de Tor. De todos modos hay que seguir investigando, si dices que llego a Argentina en 1936, si es la misma persona contaba ya con 73 años, ya que Luis Palao Ortubia nació en Zaragoza, España, el 2 de noviembre de 1863. A ver si entre todos sacamos algo en claro.
Saludos.

Carlos Abraham dijo...

Gracias por el dato, es una pena que la fecha de fallecimiento no se conozca, pero prometo consultar los registros del cementerio de Buenos Aires, a los que ya he acudido antes para tareas similares.

Según Torrendell, Palau era ya un hombre mayor cuando trabajó para Tor, por lo que las fechas no estarían desencaminadas. En cuanto a cambios de estilo, es lógico que ocurran a lo largo de la vida, y más aún llegada esa edad. Lo mismo con el caso de la firma (hace poco leí un artículo sbre grafología que mostraba cómo Napoleón fue cambiando su firma a lo largo de los años).

De cualquier modo, coincido en que a pesar de estas pruebas y coincidencias siempre puede haber espacio para la duda. Hubo un caso similar de un español trabajando para Tor, se trata de Luis Macaya, pero ese es un caso, por suerte, perfectamente documentado.

Otro punto a considerar es que Torrendell soía solicitar a sus dibujantes un estilo de trazo amplio y de colores rotundos, al que consideraba más modern, en contraposición al detallado estilo de publicaciones como las de Sopena, que podrían resultar arcaicas para el lector.