Últimamente se usa la palabra "folletín" para todo. En su acepción más estricta, eran las novelas que aparecían de forma seriada en un periódico. Sus páginas solían ser recortadas y encuadernadas para facilitar su lectura y su archivo en un anaquel. Recorriendo una librería, ayer me topé con un ejemplo de este arcaico modo de lectura. Se trata de una novela sentimental aparecida en el diario católico El Pueblo. Adjunto la tapa, la contratapa y la primera página interna. Adviertan, en la segunda, el anuncio de una siniestra "calificación moral de los espectáculos".
sábado, 28 de febrero de 2009
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