Un autor cuya lectura siempre me ha complacido es el francés Paul Morand. En sus relatos y crónicas aparece pintada, de modo fascinante y sutil, la abigarrada Europa de entreguerras, con toda su complejidad racial, social y política, sus mezclas culturales, las sectas esotéricas y los mitos urbanos. En ese sentido, me ha producido una impresión similar al Apollinaire de Alcoholes y de El heresiarca & Cía. Y a los primeros capítulos del Dracula de Stocker, con su travesía por los Balcanes.
Hoy les traigo la tapa de Abierto de noche. Aprecien la maestría en el trazo y en el montaje, así como el uso inventivo de los colores. Cada uno de sus relatos transcurre en un país distinto, y transmite de un modo muy logrado el color local. Nunca satura con sus descripciones: éstas aparecen en el momento justo, en los resquicios de sus tramas a menudo crueles. También incluye un viaje en el Expreso de Oriente: ¿qué más se puede pedir?
3 comentarios:
El maravilloso Heresiarca de Apollinaire el grande...
Hombre, Morand! yo tengo el volumen complementario, Fermè la nuit
Bonita portada art decó.
C. Rancio, ¡qué noticia me has dado! Ahora mismo comienzo a buscar ese segundo volumen. ¿Apareció en castellano?
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