Hoy es el turno de un clásico de clásicos: la colección "Robin Hood". Publicada por Editorial Acme desde principios de los años cincuenta, ha sido tan exitosa que ha llegado hasta nuestros días (si bien en versiones mucho menos agradables a la vista). En ella tuve mis primeras lecturas de Emilio Salgari, de Fenimore Cooper, de Luisa Mary Alcott, de Mark Twain, de Stevenson. Los dibujantes eran Pereyra y Cuschie, aunque a veces aparecía algún nombre nuevo. Pero siempre estaba, fuese quien fuese el ilustrador, ese entrañable color amarillo-dorado, el color de los sueños...
lunes, 1 de septiembre de 2008
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3 comentarios:
¡Qué maravilla...! A España llegaron bastantes de estas ediciones, las recuerdo de mi infancia, con novelas de Verne, Mark Twain y otros. Eran los sesenta, aunque me consta que antes se distribuyeron también ampliamente las ediciones de Tor y la colección Centauro, de los que tengo unos cuantos.
Gran blog. Muy, muy disfrutable.
"Rayo dorado" está vinculada a uno de los recuerdos más tristes de mi infancia. Recién me había mudado a una ciudad un poco más grande que el pueblo donde había residido. En esta nueva ciudad había tres o cuatro librerías (tratándose del Perú, hoy eso es algo imposible), y en una de ellas, la Librería "Calderón", pregunté si tenían ciencia ficción. Me atendió un viejecito de lo más amable, que tuvo a bien sacar varios de esos tomos, dándome un breve resumen de cada uno... El último que me enseñó y comentó fue precisamente "Rayo dorado", sobre las aventuras de una paloma mensajera. Me moría de ganas de comprarle algo al viejito, pero el aspecto anticuado del libro, la poca disponibilidad de dinero y lo poco atrayente que sonaba la historia pesaron más, así que no le compré nada. Me sentí pésimo, ese día y varios semanas después. Hoy en día los empleados de las nuevas librerías no se tomarían tantas molestias, ni tendrían ese trato hacia sus clientes. Y quien sabe, de repente me perdí de algo al no leer "Rayo dorado".
Si ese es el recuerdo más triste de tu infancia, has tenido una infancia muy feliz.
Es cierto, los libreros ya no son lo que eran. Ahora suelen ser meros despachantes de libros. Antes, leían lo que vendían. Y gracias a ello podían asesorar al lector que se iniciaba.
¿Así que hay pocas librerías en el Perú? Tenía entendido que al menos en Lima había muchas.
Cuando lo desees, escríbeme a mi e-mail. Tengo algunos escritos sobre ciencia ficción peruana que quizá te interesen.
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